miércoles, 2 de junio de 2010

Ideas encuentro "piensa tu escuela"

Participación

"Bienestar y orientación de los servicios estudiantiles". Gonzálo Muñoz Chesta.


En breves palabras, me referiré a la importancia del desarrollo y fortalecimiento de instancias que velen por un desarrollo integral de los estudiantes de nuestra Escuela y, por sobre todo, de un espacio proactivo de constante retroalimentación entre el estudiantado y las autoridades institucionales, con el objetivo de superar el mero vínculo docente entre estos dos estamentos, orientando esta relación hacia la equidad y el fomento del patrimonio humano tan diverso que encontramos en nuestra Facultad.


Las demandas relacionadas con bienestar a nivel de Universidad se han caracterizado por el impulso que los mismos estudiantes le han dado en diversas épocas, lo que evidencia una inquietud ineludible, por un lado, y la postergación de directrices y medidas concretas por parte de nuestras autoridades, por otro.

Participación Estudiantil, Amanda Gaete

Si revisamos las intancias y formas de participación de la Escuela vemos que existen varias falencias en cuanto a espacios y herramientas reconocidas para los estudiantes. Si bien actualmente tenemos un rol activo en la práctica en la creación y puesta en marcha de innumerables actividades y poĺíticas de nuestra Escuela, estas no cuentan con el apoyo necesario ni tampoco son suficientes en atención a la real ingeneracia que debiésemos tener. Es necesario abrir los espacios de participación estudiantil, por una parte, porque las decisiones tomadas en estos espacios tienen una ingerencia directa en cómo se conduce la escuela y, por lo tanto, en el estudiantado; por otra parte, es necesario reconocer el rol activo y de colaboración que han tenido los estudiantes en el desarrollo histórico de la Facultad. Todo esto debe apuntar a dar un apoyo real a las organizaciones estudiantiles tanto para su desarrollo, a través de financiamiento y uso de la facultad, como de su ingerencia en la toma de decisiones, instaurando los Consejos de Escuela, Consejos de Bienestar y Consejos de Departamento con nuestra participación.

Relevancia de los Consejos de Departamentos, Gabriel Ossandón

En el contexto de ampliar las instancias de participación tanto para los estudiantes como para los profesores los Consejos de Departamento aparecen como una instancia fundamental. Regulados en el artículo 21 del Reglamento General de Facultades, permiten trabajar problemas que hoy aquejan a nuestra Escuela como la falta de comunicación entre profesores de la misma área, déficit en la extensión entre departamentos, individualismo en la gestión de proyectos, entre otros.

La creación y fortalecimiento de esta instancia, además de cumplir con el reglamento, permite que la Escuela mejore los espacios de discusión entre profesores y entre departamentos; democratizar los departamentos a la vez que fomenta un rol activo de los profesores en cada área, generando un diálogo activo entre sus miembros; y ayuda a generar un trabajo conjunto que mejora la extensión. Por otro lado, la posibilidad de integrar estudiantes amplía las posibilidades de generar trabajo, permite una política contínua de formación de ayudantes, fomentando una carrera académica. Por último, cabe destacar que estas instancias de diálogo entre los actores que conforman la universidad permiten crear nuevos lazos que contribuyen a generar una comunidad universitaria, unida por algo mayor que el espacio común en que conviven.

“Consejo de Escuela: exposición normativa y una propuesta para su rol en el Programa de Decanato 2010 – 2014”, Juan Carlos Sharp

Con la excepción de un acotado sector académico de nuestra Facultad, existe en la actualidad un consenso generalizado en la Comunidad Universitaria respecto de la urgente necesidad de instaurar en la Escuela de Pregrado de nuestra Facultad el Consejo de Escuela conforme al mandato del Estatuto de la Universidad de Chile y del Reglamento General de Facultades. Su constitución y funcionamiento pues, pareciera ser un presupuesto mínimo para cualquier agenda programática del Decanato 2010 – 2014.

En virtud de ello se pretende en esta ponencia consolidar el análisis del marco normativo que sustenta la existencia de este órgano y más importante aún, avanzar en la reflexión acerca del rol político y programático que debe cumplir tanto en las propuestas del estamento estudiantil como en el Programa del próximo Decanato, considerando a esta institucionalidad como un componente vital en el potenciamiento de la Investigación y Desarrollo de la Escuela de Pregrado, en la democratización de su deliberación y lineamientos y en la profundización de la participación estudiantil en las discusiones y decisiones respecto de nuestra propia Escuela.

Propuesta sobre Participación Estudiantil, Branislav Marelic

La movilización que hace un año estábamos viviendo en estos días podría quedar en nada, si es que no comprendemos y valoramos el pie de cambios que podemos impulsar.

Acuerdos

De lo que se pidió en la movilización de Abril de 2009, lo que se negoció con el Rector y el Vicedecano podemos recordar lo siguiente:

Acuerdos con el Rector (28 de Mayo de 2009)

    1. Dar cumplimiento a los reglamentos vigentes, en particular los siguientes

    1. Integración de los Centros de Investigación al Consejo de Facultad. Además de garantizar la periodicidad de reunión de éste (una vez al mes)
    2. Implementación de los Consejos de Escuela

    1. Participación y organización estudiantil

Respecto de las políticas de Bienestar Estudiantil que haya establecido la administración central de la Universidad, solicitar un informe a la Dirección de Asuntos Estudiantiles acerca de su implementación en la Facultad de Derecho en virtud de su facultad de supervisión que proponga acciones a seguir a los problemas que identifique.

    1. Regularización de la situación de los profesores sin nombramiento (invitados)

Nombramiento de un vicedecano interino con el encargo de resolver los problemas que presenten los profesores sin nombramiento (profesores invitados)

Firmado: Víctor Pérez, Gabriel Boric, Branislav Marelic, Elías Jiménez y Sebastián Aylwin.

Acuerdo con el Vicedecano Don Cristián Maturana (1 de Junio de 2009)

Ratificación de los acuerdos con el Sr. Rector Víctor Pérez Vera el día jueves 28 de mayo.

  1. Ratificación de los acuerdos con el Sr. Rector Víctor Pérez Vera, realizados el día jueves 29 de Mayo que constan en documento adjunto.

Regularización del Claustro.

  1. Normalizar el ejercicio de los derechos políticos según actividades académicas efectivamente realizadas. Se conformará una Comisión integrada por profesores y estudiantes para establecer criterios objetivos de actuación en esta materia, dentro de los próximos 15 días.
  2. Nombramiento de miembros de comisiones de evaluación, concurso y calificación.
  3. Realización de concurso públicos abiertos, en especial en aquellos departamentos donde profesores invitados realizan cátedras obligatorias.
  4. Suspensión del llamado a concurso público abierto el día 19 de Abril del presente año

Bienestar Estudiantil

  1. Reinstalación de la Dirección de Asuntos Estudiantiles acompañado del nombramiento de un nuevo director para ella, que garantice el adecuado cumplimiento de sus funciones (deportes, salud, bienestar y organización estudiantil) según normativa universitaria.

Firmado: Cristián Maturana, Gabriel Boric, Branislav Marelic, Elías Jiménez y Sebastián Aylwin.

Acuerdos no cumplidos

  • Implementación de los Consejos de Escuela
  • Implementación de la DAE
  • Regularización de los Profesores (en proceso)

Lo demás, podemos decir que está cumplido de una u otra forma. Volveremos sobre esto más adelante.

Tres pilares de debate

De lo anterior, desde mi punto de vista existen tres pilares de reforma y avance que nos compete a los estudiantes asegurar;

  1. Calidad del Claustro
  2. Bienestar Estudiantil
  3. Participación Estudiantil

Me centraré específicamente en Participación Estudiantil y Calidad de Claustro

Participación Estudiantil

  1. Implementación concreta del Consejo de Escuela

El Consejo de Escuela en base al artículo 29 del Reglamento General de Facultad es “[…] es un organismo académico que colaborará con el Director en poner en práctica las políticas de desarrollo de la docencia para alcanzar los grados académicos y títulos profesionales que le corresponden. Será convocado por el Director de Escuela y sesionará al menos una vez durante el año académico

Esto es plenamente obligatorio aquí y ahora, se podría decir que tiene un plazo para implementarse de 3 años, pero es bien irracional pensar que un Consejo de Escuela, que no implica cambio de jornada o reestructuración dramática de competencia (ya que es esencialmente consultivo) pueda demorarse 3 años.

La mera implementación del Consejo de Escuela sin embargo es insuficiente, ya que existen puntos complementarios muy importantes.

  • Creación de 2 Consejos de Escuela, uno para Pregrado y otro para Posgrado. Esto para evitar que la política de expansión de la Universidad no sea crear magisters, sino que tenga que ver con demadnas reales y tangibles de los estudiantes de pregrado.
  • Buscar la máxima representación estudiantil, 1/3

Los Consejos de Escuela son plenamente implementables antes de fin de año, no sabemos que está esperando la administración para hacerlo.

  1. Nuevos Departamentos y Consejos de Departamentos

Los Departamentos en la Facultad deberán reformarse y muchos departamentos están condenados a desaparecer por la siguiente norma.

Art. 18 Los Departamentos son unidades académicas básicas, pertenecientes a una Facultad, que generan, desarrollan y comunican el conocimiento científico, intelectual o artístico, en el ámbito de una disciplina.

Los Departamentos deberán estar constituidos por al menos 12 jornadas completas equivalentes. Además, en cada Departamento deberá haber necesariamente, al menos un Profesor Titular y dos profesores asociados de la carrera ordinaria cuyas jornadas no sean inferiores a 22 horas.

La discusión de que departamentos queremos es una discusión que necesariamente debe darse con una discusión de proyecciones en la comisión PDI.

Art. 21. Los Departamentos contarán además con un Consejo de Departamento cuyo número de integrantes será definido por el Consejo de Facultad para cada uno de ellos. Habrán integrantes con funciones específicas que serán designados por el Director del Departamento y un número, no menor que el de designados, de integrantes elegidos por el claustro académico. Los integrantes de este Consejo, como invitados, representantes estudiantiles (pregrado y postgrado) cuando las materias así lo ameriten, y que serán elegidos de acuerdo a lo establecido por su organización estudiantil de Facultad.

Lo que nos convoca, es la plena implementación de los Consejos de Departamento, independiente de la reformulación de los departamentos, deben darse pasos concretos para que sean implementados cuanto antes, pero con dos particularidades

  • Inclusión de ayudantes ad honorem al Consejo de Departamento en calidad de invitados permanentes, el número se puede discutir, pero no debe ser inferior a 1/5 tomando como base la regulación de los Consejos de Escuela.
  • La elección de los ayudantes ad honorem debe realizarse por sus pares con decreto vigente, y no por designaciones del estamento académico

  1. Financiamiento del CED

Una herramienta de presión de Decanato siempre pudo ser el corte de financiamiento a los Centros de Estudiantes, las razones para estos congelamientos pueden ser variados.

Se debería buscar una fórmula de financiamiento que no pusiera restricciones al financiamiento privado, y por otro lado una forma de garantizar el flujo constante del presupuesto asignado al CED desde la Escuela.

Para lo último se debería estudiar una forma de que la DAE, dentro de su presupuesto anual se contemplara un ítem de financiamiento, haciendo que esta se relacione con el CED en estos aspectos, evitando el paso directo a Dirección Económica.

Calidad del Claustro

Además de pedir los concursos públicos a todos los cargos debemos reparar en:

  1. Erradicación de los profesores invitados como medio permanente de suplir las necesidades de cursos obligatorios

Incluso, no deberían superar un porcentaje determinado y deberían orientarse por regla general a los electivos y libres, y por excepción a obligatorios y no por más de 2 semestres consecutivos.

Debería esto formalizarse en un REGLAMENTO donde esto quede plasmado.

  1. Calificación estricta de los académicos

Debemos tener la garantía de que siempre la calificación será pública, ya que ese es el mejor control de las decisiones, debemos rechazar grupos de calificaciones que no sitúan a ningún académica en listas deficientes.

Organización Estudiantil: “Democracia y Libertad”, Centro Derecha Universitaria

Es sorprendente que en una facultad, donde la vocación política es un factor importante, una gran mayoría de los estudiantes no participa activamente en política. Es una realidad el que los consejos o asambleas tienen y han tenido históricamente poca convocatoria. Esto, no es consecuencia de una apatía, falta de compromiso cívico o alienación por parte de los poderes fácticos de las masas, sino, que constituye, sencillamente una cuestión de tiempo.

De esto se deduce la diversa ocupación de los estudiantes por la investigación del conocimiento, la propagación de la cultura o la noble tarea de ser un soporte económico para sus familias, y así constituir un pilar de progreso. Así las cosas, y considerando que para ejercer una labor cívica correcta, y para tomar una decisión el individuo requiere de una gran cantidad de información, el pretender un sistema político basado en un decisionismo popular es una irresponsabilidad cívica al decidir sin conocer, y es entregar la labor política a aquel sector que, sin ser representativo, tenga la disponibilidad para participar. Por la importancia de las decisiones políticas, su determinación exige un trabajo y dedicación de tiempo completo, pues significa el realizar propuestas elaboradas que requieren el constante contacto y observación de la idiosincrasia de la escuela y sus necesidades.”

Por otra parte, basado en la división de poderes establecida por Montesquieu, el Consejo viene a ser las veces de poder Legislativo. Es una conquista ante una administración monolítica de un ejecutivo con bastos poderes, y es la garantía para el respeto de los distintos grupos políticos, sociales y económicos que conforman una comunidad.

Se hace necesario un fortalecimiento y una defensa a las atribuciones del Consejo, de manera que pueda este aprovechar al máximo sus ventajas:

-Lograr una mayor representación social, en virtud de la toma de decisiones vía consensos.

-Mejor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno, en el sentido de que puede adoptar una moción de censura.

Por último, se establece la necesariedad de una Institución específica para revisar y supervisar las áreas para evaluar el cumplimiento de los programas, uso y control de los recursos financieros, materiales y humanos, con el objeto de garantizar transparencia en la administración pública.

Así, se expondrá que este procedimiento queda a disposición del personal del Órgano de Control y Evaluación Gubernamental para que lo conozcan, apliquen y mantengan.

La importancia de la unidad entre comunidades universitarias locales y sus Decanos en relación al Gobierno Universitario, Juan Claudio Escobar Lemus

Como estudiantes, muchas veces por culpa de nuestras obligaciones académicas, el desconocimiento o la simple falta de interés, desconocemos de qué forma se estructura a nivel macro el Gobierno Universitario de nuestra casa de Estudios lo cual, dada la importancia del tema a nivel no solo interno sino que también en virtud del rol público, nacional e histórico que nos compete es de suyo preocupante, desencadenando una serie de implicancias y vicios negativos para el actuar político e individual del estamento estudiantil en general. A través de este breve estudio, pretendemos dar una pequeña referencia y, dado el tema que nos convoca, a saber, la elección de un nuevo Decano, concluiremos con el rol que a ésta autoridad le cabe ante los organismos máximos del gobierno universitario.

En primer lugar, un poco de historia. La Universidad de Chile, durante dos décadas se rigió por el Estatuto de 1982 el que nació a consecuencia de la entrada en vigor de la ley de Estudios Superiores de 1980 que establecía sólo los marcos de referencia del sistema universitario siendo incoherente en muchas estructuras con la naturaleza de nuestra Universidad cuya complejidad en materia de investigación y posgrado resultaba claramente insuficiente.

La situación antes descrita fue en cierta medida corregida con la promulgación en el año 2002 del estatuto orgánico de la Universidad de Chile el que, elaborado luego de un debate y trabajo complejísimo por parte de la Comisión Normativa Transitoria (CNT) creada para el efecto, determinó e instauró los órganos constitutivos del Gobierno Universitario, definió a los estamentos y estructuró ciertas unidades académicas existentes pero que no habían recibido consagración normativa, tales como, institutos y departamentos.

Se determinó como espíritu de este nuevo Estatuto el “proponer una modernización y flexibilización de nuestras estructuras orgánicas, separando las tareas normativas y de gestión e integrando nuestro actuar institucional en una nueva visión transversalizadora de nuestro quehacer y de relación con Chile y el mundo. Asimismo, están presentes los conceptos de unidad y transversalidad en la Universidad.”1 Pues bien, al realizar un sucinto análisis del documento estudiado, nos damos cuenta de que, dentro del señalado espíritu los estudiantes ocupamos un rol, con suerte, secundario. A continuación las razones:

A través de los cinco títulos que componen el Estatuto2 pero por sobre todo los referidos a Comunidad y Gobierno Universitario, podemos darnos cuenta de que la pretendida “transversalidad” de nuestra comunidad no es tal, aproximándose más bien a una verticalidad poco tradicional, ya que, a los máximos entes de decisión de la Universidad solo pueden acceder integrantes del estamento académico y en mucha menor medida los estudiantes y funcionarios. En términos simples, diremos que en los órganos efectivos de Gobierno Universitario, esto es, la Rectoría y el Consejo Universitario que conforman las autoridades universitarias y los Decanos, los estudiantes estamos absolutamente excluidos, siendo nuestra única instancia de participación el que se extienda una invitación a asistir con derecho a voz lo cual, ni siquiera merece comentario.

La voz y el poder de decisión de los estudiantes recién aparece en el órgano normativo universitario esto es, el Senado el que, sin embargo adolece de una seria inequidad en su representación, ya que, dos tercios de sus miembros nuevamente corresponde a académicos (27) lo que impide que la voz y proyectos estudiantiles en las materias que a todos como estudiantes, en cualquier facultad y carrera nos importa se hagan sentir con propiedad entre las máximas esferas universitarias dada la imposibilidad de que los senadores provenientes del estudiantado (7) consigan los quórums necesarios para promover iniciativas propias.

Ante este panorama es que nos preguntamos ¿qué hacer?; ¿cómo podemos ser capaces de lograr que, desde nuestras unidades académicas podamos instalar temas en el debate universitario y aportar con nuestra experiencia y conocimientos al avance y desarrollo de nuestra Universidad y el país?. La respuesta comienza, en primer lugar, por evitar los chauvinismos y renegar de los extremismos que promueven quienes se ciegan ante la idea del cogobierno más puro y que tan quimérico se presenta en los tiempos que corren. Más bien, creemos que la vía más óptima en esta materia va por la articulación de los cuerpos intermedios de la Universidad los que, solo cuando logren trabajar de consuno en propuestas y pautas comunes podrán generar, dentro del marco jurídico vigente, el tan necesario debate y las propuestas de reforma que, lamentablemente, no están en la agenda y, peor aún, no es siquiera un tema transversal.

Dado el primer paso, la tarea a seguir será generar un entendimiento constructivo entre los estamentos locales que genere un proyecto de consenso a ser presentado ante el Senado y, en el mejor de los casos, ante el mismísimo Consejo Universitario dadas sus amplias facultades resolutivas. Pero, para que esta iniciativa logre rendir frutos, como estudiantes requerimos del compromiso, aprobación, trabajo y buena relación con nuestra máxima autoridad local, a saber, el Decano. Desde aquí emana la interrogante lógica, ¿qué características deben poseer nuestro líderes, académicos y estudiantiles, para llegar a buen puerto? Dada la trascendencia de los temas que tratamos para la Universidad y el país es que dichas personas deben representar los máximos valores republicanos, universitarios y cívicos en su actuar.

A grandes rasgos, se requiere de autoridades abiertas al diálogo, de amplia trayectoria y conocimiento de la realidad y el funcionamiento de los órganos universitarios que sean capaces de impulsar una agenda en alianza con autoridades de otras unidades académicas que, en virtud del diálogo y entendimiento político e institucional logren acuerdos en pos del bien común. Ahora, lo que como estudiantes nos corresponde es que las virtudes señaladas sean también patentes en quienes detenten nuestra representación pues, la negación y el ataque sin dar lugar al diálogo de ideas impide cualquier tipo de avance a cualquier nivel. La clave del asunto está, a nuestro juicio, en saber aunar voluntades de manera estratégica e inteligente, sin que esto implique renunciar a nuestras ideologías o proyectos propios pues son inherentes a nuestra condición de ciudadanos y necesarios para generar proyectos bien consensuados.

Si logramos construir juntos mediante la única forma aceptada en democracia para el efecto, el diálogo y la negociación, podremos no solo sanar nuestras heridas, mirarnos a los rostros sin temer al insulto o al ataque personal sino que también, volcarnos a aumentar nuestras capacidades y competencias como estudiantes para obtener el reconocimiento y legitimación que la actual normativa institucional no nos confía y delega casi en su totalidad en los académicos, quienes no es el espíritu de este ensayo satanizar sino que, equipararnos por lo menos a nivel legal pues, al final del día, es tarea de todos construir la Universidad del siglo XXI a la cual todos aspiramos.

Ley de Transparencia en la Universidad, Francisco Zambrano

En el Encuentro "Piensa tu Escuela", pretendo realizar una ponencia respecto de la aplicación de los deberes de transparencia pasiva y activa que tiene nuestra Facultad y Universidad. Ello analizado desde el caso concreto de la Causa Rol C593-09 en la que soy recurrente contra el Rector Víctor Pérez Vera, esencialmente por ser la única solicitud de acceso a la Información pública presentada en la Universidad de Chile.

En ella pretendo destacar detalladamente la pertinencia en la aplicación de la Ley 20.285 en las Universidades Estatales, en concreto la Universidad de Chile, y las implicancias y consecuencias para nuestra Facultad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario