martes, 4 de mayo de 2010

SOBRE AGENDA DE INNOVACIÓN Y COMPETITIVIDAD 2010-2020

SOBRE AGENDA DE INNOVACIÓN Y COMPETITIVIDAD 2010-2020

La Agenda de Innovación y Competitividad 2010-2020 fue elaborada por El Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC ), durante el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet para establecer un plan estratégico de largo plazo que permitiese alcanzar el pleno desarrollo del país en materia de productividad. En este sentido, la Agenda pretende ser un pilar fundamental en la inflexión hacia una economía más diversificada, basada en el capital humano de calidad, la innovación y el conocimiento.

Objetivo General:

La Agenda de Innovación y Competitividad 2010-2020, tiene como objetivo asesorar a la autoridad en la identificación y formulación de políticas referidas a la innovación y la competitividad, incluyendo los campos de la ciencia, la formación de recursos humanos y el desarrollo, transferencia y difusión de tecnologías. Para esto, plantea reformas en materia de ciencia y tecnología, educación superior (técnica y profesional), institucionalidad e innovación en las empresas.

Es importante tener en cuenta que la propuesta del CNIC tiene como objetivo último el promover la innovación empresarial y la diversificación productiva mediante el desarrollo y fortalecimiento de políticas que permitan transformar a las empresas en protagonistas del proceso de innovación a través de un apoyo decidido del Estado en materia de recursos humanos y financieros.

Tercera misión:

Como se señaló anteriormente, la Agenda de Innovación y Competitividad 2010-2020 plantea reformas en materia de educación superior, entendiendo que es fundamental para logro de sus objetivos el contar en el futuro con una masa crítica al interior de las empresas que base su competitividad en la investigación y desarrollo (modelo I+D). En este sentido, plantea que las IES pueden y deben transformarse en verdaderos protagonistas y catalizadores de un proceso de transformación productiva que implique una inflexión a una economía más basada en el conocimiento y la innovación.

De esta manera, se entiende como Tercera Misión, la contribución que realicen las Instituciones de Educación Superior al desarrollo económico de la nación por medio de la generación de conocimientos que apoyen el proceso de innovación empresarial y la transferencia tecnológica.

Medidas:

1. Financiamiento a la Planeación Estratégica:

- Desarrollar, a través de fondos concursables del Mecesup, los procesos de planificación estratégica en las universidades, con el fin de que definan su vocación en el sistema para el cumplimiento de la Tercera Misión y, en función de ella, desarrollen sus esfuerzos de formación docencia (en pre y posgrado) e investigación con un adecuado énfasis en la valorización del conocimiento y la tecnología y el fortalecimiento o construcción de capacidades de I+D. Estos fondos estarán condicionados a la implementación de los planes por parte de las universidades y a la medición de indicadores de resultado.

- Promover el ajuste de las políticas internas que orientan y regulan la carrera académica en coherencia con esta planificación estratégica, sistemas de evaluación de desempeño, sistemas de incentivos y compensaciones y renovación y mejoramiento continuo de las capacidades del recurso humano académico. Se debe estimular explícitamente la incorporación de la Tercera Misión como un indicador clave de desempeño de los académicos.

2. Realizar ajustes al sistema de fondos competitivos para el financiamiento Universitario:

- Abrir el Programa de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Superior (Mecesup) del Ministerio de Educación a todas las instituciones de educación superior, fortaleciendo el seguimiento y la evaluación de impacto y adoptando para todos sus programas la lógica de financiamiento contra resultados.

- Traspasar de manera gradual el presupuesto del AFD a fondos competitivos abiertos a todas las universidades acreditadas que se canalice a través de los programas de financiamiento institucional de Conicyt (financiamiento institucional de grupos o centros) y Mecesup (creación de capacidades). De este modo, el financiamiento basal no se asignará por razones históricas, sino en base al aporte de cada universidad a la generación de bienes públicos.

3. Vinculación de las Universidades Estatales al desarrollo de las regiones, fortaleciendo la conducción desde la futura Subsecretaría de Educación Superior y Ciencia:

- Que la futura Subsecretaría de Educación Superior y Ciencia, en conjunto con los Gobiernos Regionales defina e incentive la consolidación de universidades regionales estatales orientadas a meso regiones con similares vocaciones productivas. Esto debería incluso llevar a la necesidades de fusión de universidades regionales estatales sin masa crítica (que no son viables en el largo plazo).

- Que se establezcan con cada una de estas universidades convenios de programación para el financiamiento de carácter institucional de largo plazo, ligado al aporte en términos de formación de pre y post grado y el impacto en la creación y desarrollo de actividades económicas en el territorio relevante de la universidad, considerando los mayores costos que deben enfrentar las regiones para atraer capital humano de excelencia. Dichos convenios, deberán ser financiados por el Ministerio de Educación y los Gobiernos Regionales (con recursos del FIC regional o del FNDR).

- Modificar los gobiernos corporativos de las universidades regionales de modo que respondan más claramente a los objetivos y estrategias de desarrollo de la meso región de influencia y no exclusivamente a los objetivos del cuerpo académico. Se plantea fortalecer la conducción de cada una de ellas a través del establecimiento de consejos directivos integrados por representantes del Ministerio de Educación, el o los Gobiernos Regionales involucrados, la comunidad académica, y entidades regionales relevantes (por ejemplo, las Agencias Regionales de Desarrollo Productivo). Estos consejos directivos tendrán la misión de velar por el cumplimiento de los convenios de programación para el financiamiento institucional y la responsabilidad de designar las principales autoridades universitarias.

4. Mayor nivel de rendición de cuentas para las Universidades respecto de los objetivos que les son propios.

- Se reafirma la necesidad de modificar los gobiernos “corporativos” de estas instituciones, permitiendo que los consejos directivos, en los cuales debería tener mayor injerencia el Estado nacional o regional, nombren a las autoridades de la universidad.

- Se propone también un estatus jurídico más flexible (que elimine las trabas burocráticas a su operación) y

- Un acuerdo de financiamiento institucional basal entre cada institución y el Estado, sujeto a un contrato de desempeño vinculado a la producción de bienes públicos definidos explícitamente.

Además de esto, en otros puntos de la agenda como el de Ciencia para el Desarrollo (II.2.) y Capital Humano (II.3), se proponen las siguientes medidas que involucran el quehacer de las Instituciones de Educación Superior:

- Cambios curriculares en la formación superior (en particular en ingeniería y ciencias) para desarrollar habilidades e interés por el emprendimiento, para fortalecer la relación universidad-empresa y el acceso a redes globales de innovación.

- Generar mecanismos más expeditos de inserción de graduados en el sistema, especialmente en las empresas.

- Promover la renovación del personal académico en las universidades, especialmente las tradicionales.

- Desarrollo de un marco de cualificaciones para la educación terciaria que adopte la lógica de competencias, que responda a los requerimientos del mundo del trabajo.

- Mayor énfasis en la formación técnico-profesional y en la inclusión de segmentos de menores ingresos al sistema, fortaleciendo las becas para los tres quintiles de menores ingresos y el crédito con aval del estado para los cuatro quintiles de menores ingresos.

Apreciaciones:

- Además de la paulatina desaparición del aporte basal a las universidades del CRUCH, se va a condicionar el financiamiento universitario en relación al desempeño que tengan éstas en el ámbito de la Tercera Misión y de cuánto sea su aporte al sector productivo a nivel nacional y/o regional. ¿dónde queda el desarrollo de las artes y humanidades y su aporte a la sociedad?, ¿con qué indicadores se medirían éstos dentro de la tercera misión?, ¿qué pasa con la autonomía universitaria, el pensamiento complejo y libre?

- La delimitación del impacto territorial de las universidades estatales a nivel de mesoregión de acuerdo a vocaciones productivas de éstas, es un criterio cuestionable puesto que solo utiliza el ámbito económico para su delimitación, ignorando variables ecosistémicas y socio-culturales.

- La modificación de los gobiernos corporativos implica introducir a representantes del gobierno nacional y regional de turno a tomar decisiones sobre el quehacer universitario, la orientación en la generación de conocimiento e investigación, además de una mayor injerencia de la gestión empresarial y de los intereses económicos del sector productivo perteneciente en su mayoría a empresas privadas (nacionales y multinacionales).

- Existe además un acondicionamiento del capital humano en relación al impacto en la carrera académica producto de la evaluación bajo indicadores de desempeño que respondan a la planeación estratégica de las instituciones en concordancia con la Tercera Misión. ¿La carrera académica dependerá de cuánto investigue en el ámbito de las capacidades I+D?, ¿en su aporte concreto a las ciencias y las tecnologías y al aumento de la rentabilidad de las empresas?.

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